Este domingo 18, mientras nos íbamos reuniendo en el Parque Natural para iniciar la subida la Ecce Homo y montar el tradicional Belén de Navidad, recibimos la triste noticia de que Paqui ya no estará más con nosotros, que nos había dejado tras una corta pero penosa enfermedad.
Paqui, siempre estarás en nuestros corazones.
¡Hasta siempre Paqui!
Hoy nos ha dejado nuestra compañera Paqui, “Paqui, la del moño”, como le gustaba y se hacía llamar ella misma.
Cuando me han llamado esta mañana, además de sentir una gran pena, lo primero me ha venido a mi cabeza ha sido un nombre, una palabra y un cumpleaños.
El nombre ya lo he comentado, y a mí también me gustaba porque decía mucho de su forma de ser, alegre y desenfadada, con ganas de vivir y de hacer vivir a los demás.
Y casi de manera inmediata lo siguiente ha sido una palabra: CARIÑO.
Siempre estaba en su boca, “….hola cariño…”, “… ¿cómo estás cariño?…”. Lo decía de una forma que a mí me sonaba limpia, sincera, y que daba a esa expresión y a esa palabra su máximo sentido. Como ella lo decía cariño, sonaba con mayúsculas y nos hacía sentir que de verdad nos quería a todos, a la Asociación y a todos nosotros, su sonoridad dejaba muy claro que de verdad quería a la gente.
Y por último me ha venido una imagen, la del último cumpleaños que compartió con nosotros. Aquel cumpleaños en el Camino de Santiago, en Lugo , con aquellos dulces que nos dejó en las mesas (ya no me acuerdo si fueron bombones o rosquillas), pero que había llevado desde Alcalá para que lo celebráramos todas y todos con ella.
Me quedo con esa imagen de alegría de su cumpleaños, de vitalidad, con esa enorme sonrisa que siempre nos regalaba y que nos daba a entender el CARIÑO que nos tenía.
Bueno Paqui, ahora solo me queda despedirme, y quiero hacerlo dirigiéndome a ti directamente:
«Adiós Paqui, te deseo que ese destino en el que siempre creíste, se convierta en una realidad, y te permita alcanzar ese descanso que tanto y tanto te mereces«.
¡ Hasta siempre Paqui! ¡ Hasta siempre CARIÑO!
Carlos Martiartu Ajuria