De Alcalá al Fin de la Tierra
La Asociación Corazones Sanos del Henares ha vuelto a superarse con su séptima edición del Camino de Santiago, esta vez recorriendo el Epílogo hasta Fisterra, donde termina la tierra y empieza el Atlántico. Entre el 28 de septiembre y el 7 de octubre, 165 Corazones completamos más de 115 kilómetros cargados de compañerismo, emoción y espíritu de superación, fieles a su lema: caminar juntos para vivir mejor. Durante los días comprendidos entre el 28 de septiembre y el 7 de octubre, 165 alcalaínos y alcalaínas pertenecientes a la Asociación Corazones Sanos del Henares emprendimos una nueva aventura jacobea.
En esta ocasión, completamos el Epílogo del Camino de Santiago, recorriendo más de 115 kilómetros desde Padrón hasta Fisterra, pasando por Santiago de Compostela. Un trayecto exigente, cargado de simbolismo y emociones, que volvió a poner a prueba la energía colectiva y el espíritu de superación de esta veterana asociación complutense.
Este año, la cita volvió a reunir a caminantes veteranos y nuevos miembros, unidos por una misma meta: llegar juntos al Fin de la Tierra y demostrar, una vez más, que el corazón es capaz de empujar más lejos de lo que marcan los mapas.
La expedición partió de Padrón, lugar mítico donde,según la tradición, atracó la barca que trasladaba el cuerpo del Apóstol Santiago. Allí fumos despedidos por el alcalde de la localidad, que nos deseó un “Buen Camino” antes de que el grupo iniciara la marcha. Desde ese instante, los Corazones Sanos demostraron que lo suyo no es solo caminar: es compartir, cuidarse unos a otros y convertir cada etapa en una pequeña lección de vida.
El éxito de la convocatoria fue tal que hubo que dividir el grupo en dos turnos, uno del 28 de septiembre al 4 de octubre (110 personas) y otro del 1 al 7 de octubre (55 personas), para poder alojarse en los hoteles disponibles.
En total, 165 peregrinos de Alcalá de Henares, unidos por la pasión por el senderismo y la salud, afrontando juntos una ruta que nos llevó a algunos de los parajes más bellos y exigentes de Galicia.
La llegada a Santiago de Compostela, aunque esta vez no marcaba el final del camino, fue un momento profundamente emotivo. Entrar en la Plaza del Obradoiro, abrazarse entre lágrimas y visitar la Catedral para abrazar al Apóstol son gestos que se repiten cada año, pero que nunca pierden intensidad. En palabras de uno de los caminantes, “cada paso es un agradecimiento y cada abrazo, una celebración compartida”.
Desde Santiago, el grupo continuó hacia el Fin de la Tierra: cuatro etapas más, hasta Fisterra, atravesando lugares como Negreira, Ponte Maceira, Olveiroa o Cee. Menos transitado y más duro que el Camino principal, el Epílogo guarda una magia distinta: senderos solitarios, aldeas silenciosas, y el rumor del Atlántico acercándose poco a poco.
Incluso tuvimos que cruzar el legendario territorio del “Vákner”, el monstruo mitológico que —cuentan las crónicas— acechaba a los peregrinos medievales. Pero ni ese símbolo del miedo pudo con los caminantes alcalaínos, que respondieron con sonrisas, canciones y la fortaleza del grupo.
La llegada a Fisterra fue un momento culminante. La comitiva recorrió los casi dos kilómetros de la Playa de Langosteira, y algunos valientes se descalzaron para andar sobre las aguas frías del Atlántico antes de alcanzar el Faro de Fisterra, el mítico kilómetro 0 del Camino. La niebla, la “borraxeira” gallega, cubría el horizonte, pero no empañó la emoción. Hubo lágrimas, abrazos y una sensación de plenitud que solo entiende quien ha puesto cuerpo y alma en el Camino.
El alcalde de Fisterra recibió al grupo, nos felicitó por la hazaña y recibió de manos de la asociación y del Ayuntamiento de Alcalá de Henares unos presentes conmemorativos.
En lugar de la tradicional Compostela, los peregrinos obtuvimos la “Fisterrana”, que certifica haber llegado “a estas terras da Costa da Morte e fin do Camiño Jacobeo”.
Con la satisfacción del deber cumplido, los Corazones Sanos emprendimos el regreso a Alcalá con una idea común: el camino no termina, se renueva cada año. En el autobús de vuelta, ya se hablaba del próximo año, del próximo destino “¿Hasta dónde? No lo sabemos todavía”.
El martes 14 de octubre, la alcaldesa Judith Piquet recibirá a los integrantes de la Asociación Corazones Sanos del Henares en el Ayuntamiento de Alcalá de Henares, para reconocer públicamente el esfuerzo, la constancia y el espíritu de equipo que les ha llevado, una vez más, “hasta el fin de la Tierra con el corazón en marcha”.
